Dar Vida


Dar vida duele, desgarra. Las lunas de la maternidad no son solo nueve parecen infinitas, el cuerpo pesa, la piel no aguanta, las náuseas, las tetas de vaca, el vientre hinchado, el rostro deforme, las restricciones, la incontinencia, la incompresión, el dolor, mucho dolor, porque dar vida duele y destruye.
Amamantar también duele, destraga, diseca, desespera y huele agrio.
Dar vida desaliña, los ojos pesan por las largas noches. Porqué no decirlo, porqué no sentirlo,
Dar vida es casi entregar la tuya, por esos locos bajitos que te roban el alma, que consiguen el mundo con una sonrisa, y con una palabra transforman tu universo. Dar vida es magia, la magia de transformar tu vida para siempre, de no concebirla si no están, de cuidar finamente cada uno de sus sueños.
Das vida y pierdes para siempre tu nombre para convertirte en Mamá.

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